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Tenemos corazón, cerebro, alma y espíritu, por eso nos sentimos ricas y dichosas. Hacemos lo que amamos. Todo lo que hacemos lo hacemos con pasión.
Creativas y comprometidas con las cosas bien hechas. Decidimos en cada instante lo que queremos y gracias a nuestros momentos en soledad nos conocemos, algo fundamental para vivir.
La vida no nos quita cosas, nos libera de ellas y nos aligera para volar más alto. Los problemas son lecciones para nosotras.